Hoy nos vamos a centrar en el ámbito de la infancia, más en concreto en la sobreprotección al menor. Muchas veces los padres actúan de esta forma con la mejor intención, sin ser conscientes del daño que esto les ocasiona a sus hijos. Es importante, y responsabilidad de los padres proteger a los niños, pero no, sobreproteger, ya que esto no le hará ningún bien en el futuro al menor.
El pequeño, en su desarrollo emocional, gran parte del mismo, está ligado con el afecto y la atención que le muestren sus padres desde pequeño. Pero un exceso de protección puede perjudicarles, por lo que se hace necesario que controlemos ese impulso por sobreproteger al menor.
El objetivo para los padres debe ser el de ayudar a su hijo a ser autónomo, a conocer el mundo y el entorno que les rodea y a tener una imagen positiva de sí mismo. Los padres deben ser conscientes de que su hijo tiene que ir, progresivamente, distanciándose de ellos, y que eso es algo bueno para el desarrollo del menor.
Para un/a sobreprotector/a es impensable dejar salir a su hijo a jugar con otros niños, acudir a determinados sitios sin su presencia o permitirle hacer determinadas actividades por miedo a que le pase algo o sufra algún daño. Pero realmente, no ven el daño que les hace a sus hijos, al no permitirle esa pequeña autonomía. Realmente el padre/madre se siente bien al tenerlos sobreprotegidos y cerca pero está pensando en su tranquilidad más que en el bienestar de sus hijos. Su miedo a que les pueda pasar algo no le deja ver más allá.
Incluso en muchos casos, estas personas, ven en los otros padres que son demasiado permisivos por dejarles a sus hijos hacer cosas normales, pero que para ellos no lo son debido a su edad. Pero hay que tener en cuenta que cuando un padre decide dejar a su hijo a realizar alguna actividad fuera de casa o a pasar la noche en casa de un amigo por primera vez, también lo sufren y probablemente no descansan tranquilos esa noche, pero son etapas que debemos superar por el bien de nuestros hijos. Se trata de no ser egoístas y dejarles poco a poco volar en solitario.
A continuación daremos algunas claves para conseguir cuidar a tu hijo sin ese exceso de protección:
- Transmite a tu hijo la sensación de un mundo tranquilo. Si nota un exceso de peligro, o de ansiedad por tu parte, puede crearle inseguridad, que le impedirá relacionarse con los demás sintiéndose seguro de sí mismo.
- Enséñale que aunque cometa una equivocación, siempre hay una posible solución. Dale ciertas responsabilidades propias para su edad, para que aprenda que ante un error se puede actuar. Es importante que el niño vea este comportamiento en sus padres, porque así lo hace suyo, por imitación.
- Estar constantemente controlándole o atosigándole con frases del tipo: “ten cuidado”, “te vas a caer”, no permiten que el pequeño desarrolle su integridad física y su seguridad en sí mismo. Debes dejarle respirar. Sin embargo, el niño también debe sentir que sus padres se ocupan de él, que si le pasa algo van a estar a su lado. Esto le dará la seguridad que necesita para que aumente su autoestima.
- El mayor inconveniente que presenta la sopreprotección de los hijos es que los niños crecerán con una gran inseguridad e incapacidad para enfrentarse al mundo, y se sentirán permanentemente dependientes de sus padres.
¿Sientes que sobreproteges a tus hijos? O conoces algún caso donde se de esta situación, si como a mi te preocupan estos comportamientos, te invito a compartirlo conmigo. ¡GRACIAS POR LEERME!
408 comentarios
Muy buenos consejos, a veces nos parece complicado cruzar la línea de la protección y la autonomia
Muy bueno, me encanta
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