Hoy es el día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, un día que por desgracia se sigue celebrando en la actualidad y que espero, algún día se convierta en la celebración del día en que se erradicó la misma. Pero para poder seguir luchando en la eliminación de cualquier tipo de violencia es imprescindible denunciar. La denuncia es el medio para salir de esa terrible solución.
En este post veremos las cifras de denunciantes por violencia de género, veremos también por qué es tan baja la cifra de denunciantes por parte del entorno familiar y amigos de la víctima y explicaremos cual es el proceso que se lleva a cabo cuando una mujer decide denunciar a su pareja por malos tratos. ¿Qué ocurre en ese momento? ¿Suelen seguir adelante con la denuncia? ¿cuantas llegan hasta el final del proceso? Todas esas dudas las despejaremos a continuación.
Está demostrado, que más de la mitad de los casos de violencia de género que se denuncian en España, terminan finalizándose a causa de la denuncia realizada. En siete de cada diez ocasiones son las propias víctimas las que acuden a denunciar. Llama la atención que son pocos los casos de denuncias puestas por el entorno de la mujer maltratada, especialmente en familiares, vecinos o testigos. El año pasado, en las denuncias que recibieron los juzgados de violencia sobre la mujer, solo el 1,51% fueron puestas por familiares de las víctimas.
Esta falta de denuncias, por parte de familiares, amigos y entorno en general, tiene mucho que ver con los mitos, ya descritos en el post anterior. Algunos de los factores son los siguientes:
- En la actualidad, se ven como “normales” las relaciones amorosas marcadas por la sumisión y la dependencia de las mujeres. Lo cual es Incomprensible en cualquier sociedad civilizada.
- Otro de los factores importantes, es que se normalizan las situaciones de violencia psicológica frente a las lesiones físicas. Aunque el maltrato psicológico anula por completo la dignidad y la autoestima de las mujeres. En muchos casos no se le da importancia que merece o no hasta el punto de realizar una denuncia.
- Otra de las causas del bajo porcentaje de denuncias por parte de las personas del entorno, es la de atribuir la situación al carácter privado de la pareja. Se piensa que es mejor no entrometerse en esa situación ya que se entiende que es la propia mujer la que debe denunciar los hechos.
- Muchas otras veces la propia familia no tiene realmente conocimiento de la violencia. Esto se debe a que cuando no existe maltrato físico o incluso existiendo, no se aprecia por falta de signos u ocultación de los mismos. Solo se aprecian aquellos casos muy evidentes (gritos, señales físicas de violencia, agresión pública).
Otro dato llamativo que se contempla en la actualidad es el gran número de personas que retiran las denuncias. El balance trimestral difundido por el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género (con Sede en el Consejo General del Poder Judicial) afirmaba que un total de 31.699 mujeres denunciaron violencia de género en el segundo trimestre del presente año, pero 4.188 acabaron retirando la denuncia, lo que eleva al 13,2% la tasa de mujeres que renuncian a continuar con el proceso. La cifra mas alta desde que en 2007 comenzara a recogerse esta variable en las estadisticas oficiales. Otro dato a destacar es que, los casos han aumentado un 5.7 % frente a los 3.961 que se contaron en los mismos tres meses del año pasado (en aquel momento la tasa de retirada de denuncias era de 12.58%). Fue en Baleares, Murcia y la Comunidad Valenciana donde mas denuncias por parte de las víctimas se registraron
La presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, ha mostrado su preocupación por el aumento de mujeres que habiendo denunciado malos tratos, se echan atrás en pleno proceso. Ella recalca la importancia de acompañar a la víctima a lo largo del procedimiento judicial.
¿Qué ocurre cuando una mujer decide poner una denuncia?
Cuando una mujer pone una denuncia, ante la policía, a su marido por malos tratos. Un día después de la misma, debe acudir a declarar ante un juez de instrucción. En ese momento pueden ocurrir varias cosas. Una, que la mujer diga que quiere retirar los cargos contra el presunto agresor (hecho que ocurre en el 13.5% de los casos) esto sucede por varios motivos, como pueden ser: miedo, haber perdonado al agresor, desear reaunar la relación con él por diversos motivos, etc.
La segunda posibilidad es que la mujer quiera seguir adelante, con mayor o menor convicción. En este caso, el juez le informa de que existe la opción de no declarar contra su agresor. Así lo dispone la Ley de Enjuiciamiento Criminal en su articulo 416. Una norma que data de 1882 y que exime a los testigos de declarar contra determinados parientes (padres, hermanos, cónyuge y parejas de hecho).
Tanto en el caso de que retire los cargos, como en el de decidir no declarar, el procedimiento puede continuar de oficio y el fiscal puede mantener los cargos, pero solo en los casos que existan pruebas. Lo que ocurre, es que muchas veces no hay pruebas más que la declaración de la víctima. Es decir, si no existen testigos o partes de lesiones u otros indicios que sirvan como pruebas no se mantendrán los cargos sin declaración.
Cuando llega el momento del juicio, vuelve a producirse la misma situación. El juez tiene la obligación de informar a la víctima que, según la ley, no tiene por qué declarar contra si agresor. En España, en los últimos años, en el 37% de casos de violencia de género, se retiraron las acusaciones precisamente por esta razón, porque las víctimas se acogieron al artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Por lo tanto, se crea un debate en torno a esta situación: de no existir pruebas, ¿debería abrirse una investigación si la mujer decide no declarar contra su agresor? Muchas son las asociaciones de mujeres, como puede ser Themis, que insisten en la obligación de que jueces y fiscales sigan investigando a pesar de que las mujeres retiren la denuncia o no quieran declarar.
Este fin de semana se daba como titular en todos los periódicos nacionales el fallecimiento de una mujer en Vitoria a manos de su ex-pareja. La mujer había denunciado anteriormente, pero luego retiró la denuncia. Si se hubiese investigado el grado de peligrosidad y se hubiesen puesto una serie de medidas de protección en marcha, aunque la víctima hubiera retirado la denuncia, ahora probablemente seguiría viva. Está conclusión era expuesta por diversas asociaciones tras el horrible suceso. Por lo que el Gobierno está estudiando modificar la ley para que las víctimas de malos tratos tengan la obligación de declarar, tras la denuncia. Aunque aún no se han tomado decisiones al respecto. Ya en otras ocasiones se ha intentado modificar la ley, sin éxito, pues son muchos los que opinan que esto sería contraproducente, pudiendo provocar que las mujeres no realicen denuncia, al saber que estarán obligadas a declarar.
El abogado madrileño Fernando Bejerano opina que “es necesario que se elaboren estudios para investigar las razones de que las mujeres no declaren”. «Modificar la Ley de Enjuiciamiento Criminal está bien porque lo que queremos es que no se caigan los procedimientos por falta de pruebas, pero hay que ir más allá. Tenemos que pensar qué es lo que no les estamos dando a las víctimas para que deseen volver a un entorno de agresión. Sólo conociendo las causas podremos tocar otros aspectos de la legislación o mejorar la protección».
Espero les haya aportado algún conocimiento este post y reitero dejando el número de teléfono gratuito al que pueden llamar para información y asesoramiento por parte de profesionales del Instituto de la Mujer: 900 191 010, o (en el caso de personas sordas) 900 152 152 016. o llamando al 016
Fuentes:
http://www.inmujer.gob.es/estadisticas/portada/home.htm
http://elpais.com/diario/2007/06/05/sociedad/1180994402_850215.html
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