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Niños felices, 8 claves para alcanzar su felicidad

por Cristina de León

Hoy con motivo del  día Internacional de la Infancia, quiero dedicar este post a ellos, a los más pequeños. Todos estaremos de acuerdo, en que su felicidad es lo más importante, por ello  veremos ocho sencillas claves, fundamentales para que tu hijo/a sea muy feliz.

Hoy en día, cuando preguntas a un padre o una madre sobre que esperan conseguir de sus hijos, todos responden de forma rotunda «que sean felices» y muchos se plantean preguntas como: ¿Lo estaremos haciendo bien? ¿estaremos educando adecuadamente?. Sin embargo, las circunstancias de hoy en día hacen que nos preparemos a conciencia para el plano laboral y no queda apenas tiempo para la tarea fundamental como es la educación de los pequeños. En este artículo desvelaremos las ocho claves que harán de tus pequeños, ser unos niños muy felices.

  1. Es importante que los pequeños coman a su hora y no se salten ninguna comida. Parece algo sencillo que no merezca mención, pero la alimentación de forma regular reabastece el cerebro y el cuerpo en crecimiento y mantiene el hambre bajo control. Cuando los niños están tranquilos y satisfechos experimentan una mayor felicidad.
  2. También se hace necesario que los menores tengan buenos hábitos de sueño, los niños para ser felices tienen que estar bien descansados, tendrán mayor energía para empezar el día. Por el contrario, si no duermen bien, están completamente agotados y se ponen de mal humor. Por ello, se hace necesario, que les enseñemos a adquirir buenos hábitos de sueño, fijando unas horas exactas para acostarlos, esto es una prioridad.
  3. El juego es esencial para los más pequeños, es importante que los niños dediquen tiempo diario a jugar, cuando lo hacen ejercitan su cuerpo, experimentan, aprenden cosas nuevas, adquieren el control de sus músculos y movimientos, aprenden a ser imaginativos, a compartir, estimulan la inteligencia y emociones etc. por ello el juego debe ser siempre entretenido y divertido para que sea aceptado de forma voluntaria.
  4. Se necesita que los niños participen en juegos no estructurados. Antes los niños se encargaban de su propia diversión, pero hoy en día los juegos sobreprogramados y el avance de la tecnología hace que se fomente menos la creatividad. Por lo que es importante que además de jugar con grandes juguetes bien programados, también sepamos administrarle bloques de construcción, papeles y colores variados y otros materiales que den juego a su imaginación.
  5. Hay que fomentar que expresen sus emociones siempre. Los niños cuando están enfadados gritan, cuando están tristes lloran, arman pataletas cuando quieren conseguir algo y en ocasiones, pasa que ocurre todo a la vez y puede darse en medio de un espacio público, como puede ser un pasillo del supermercado. ¿Qué debemos hacer en esa situación? De nada sirve avergonzarles en público y mandarles a callar, lo mejor en esos casos y por duro y abrumador que resulte es ignorarlos. Así el niño se desahogará, e irá aprendiendo que esa forma de comportamiento no le lleva a nada y el esquema se repetirá cada vez menos hasta su total desaparición. Y por supuesto, no hay que sucumbir a sus berrinches dándole lo que pide. Además es una forma de desahogo en el menor, los adultos llamamos a nuestros amigos para desahogarnos y ellos lo expresan de esa forma, por lo que no hay que evitárselos, si no queremos que viva una vida llena de interiorización de emociones negativas que podrían conducir a diversos problemas, como depresiones, etc.
  6. Es positivo que los niños aprendan a tomar decisiones. Ya de por sí, los niños tienen poco control de sus vidas. Constantemente se les dice a donde ir, qué hacer y que comer. Así que permitirles un poco de control, lo cual les aporta felicidad. Por ejemplo, que decidan ellos el menú de una cena a la semana, que ropa desean ponerse, en que actividades extraexcolares les gustaría participar. Dales la oportunidad de tomar decisiones y a cambio conseguirás una sonrisa.
  7. Los niños deben sentirse escuchados. Los menores son intuitivos, incluso los de menos edad se dan cuenta de que sus padres se despistan y que les responden con el piloto automático. Cuando los niños sienten que sus padres realmente les escuchan se sienten más conectados. Esto aumenta su confianza en sí mismos y su felicidad en general. Escucha a tus niños cuando hablan. Es la mejor manera de construir una relación abierta y honesta con tu hijo y eso le hace feliz.
  8. Y por último y lo más importante, deben sentir un amor incondicional. Cuando los padres le transmiten a sus hijos amor y que les apoyar a pesar de todo, éstos son más propensos a tomar decisiones saludables. Son confiados y se sienten seguros de sí mismos y de sus decisiones. Es decir, a pesar de que cojamos nervios y no nos hagan caso en muchas ocasiones, hay que hacerles sentir que estamos ahí siempre y le apoyamos en todo. Al fin y al cabo la infancia se basa en el ensayo-error, patrones de mala conducta que se repetirán una y otra vez hasta aprender, pero pese a ellos hay que hacerles ver que le perdonamos y le queremos de todos modos. Es fundamental que estemos a su lado y le demos todo el cariño y amor en el camino de la vida

Me despido esperando, les haya gustado y no olviden: «Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro» John Fitzgerald Kennedy. «Lo que le des a los niños, los niños darán a la sociedad» Karl A. Menninger.

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1 comentario

RaquelSevilla 21 noviembre 2014 - 09:44

QUE BONITO, ASI ES, HAY QUE INTENTAR HACERLES FELICES SIEMPRE, MUY BUENO.

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