Hoy les invito a reflexionar acerca de nuestras relaciones. A veces nos paramos a pensar en nuestros fallos, en cosas que queremos cambiar de nuestra vida para ser más felices, pero no en si necesitamos hacer un gran cambio en alguna de nuestras relaciones…
Piénsalo bien, la vida no es tan larga como para derrocharla al lado de personas que no te aportan nada o te aportan negatividad y pesimismo.
Debemos saber huir de toda esa gente que se hacen llamar amigos pero que, responden a tu amabilidad con ingratitud, a aquellas personas que buscan solo tu compañía cuando les interesa (de estos hay demasiados casos), personas que te ponen en contra de otras para alejarte por celos, en general a aquellos que te hacen sentir mal contigo mismo y con el mundo.
No se trata de ser como ellos, tú se cordial y respetuoso, pero simplemente no les des tu tiempo a esas personas. Tu tiempo es el recurso más valioso, no lo malgaste con gente que no vale la pena.
Eres tú el que debes elegir con quién compartir tu tiempo y de qué manera hacerlo. Saber asumir esto es toda una liberación, aunque en un principio nos cueste.
No tienes ninguna obligación de compartir momentos con personas negativas, pudiendo hacerlo con quien te quiere bien. Recuerda que hay relaciones que afectan negativamente a la salud.
Huye de las personas tóxicas. No tienes por qué intentar cambiarlos, pues ellos no son tu responsabilidad. Y por supuesto tampoco tienes que cambiar tú por ellos.
Si, lo sé. A veces no es tan fácil. Por ejemplo, qué pasa con esos amigos que tenemos de toda la vida, que siempre hemos tenido ahí y forman parte de gran parte de nuestra historia?.
Pues por difícil que sea, si estas personas no nos aportan cosas positivas y por el contrario, sabemos que realmente no se comportan como amigos, no debemos mantenerlos ahí. En ningún caso.
Conforme pasa el tiempo, vamos cambiando, en cuestión de prioridades, opiniones, creencias, gustos, etc y quizá lo que hace tiempo fue una amistad, hoy ya no tenga sentido. No todas las relaciones son duraderas o para siempre. De hecho la mayoría de personas que conocemos están de paso y así debe ser.
Tú vas eligiendo a quien dejas en tu camino, por afinidad, entendimiento, compenetración, amistad…
En definitiva, las relaciones personales no se pueden forzar y las personas estamos en constante cambio.
Arranca todas las “malas hierbas” de tu vida, que las buenas compañías te están esperando.
Las verdaderas relaciones, aquellas sanas y duraderas se construyen despacio, día a día, hasta que se establece un clima de respeto, apoyo y confianza mutua.
Está en tus manos llenarte de gente positiva, y que entendemos por gente positiva?
Cuando hablo de gente positiva, no quiero decir que sean personas iguales a ti, ni que estén siempre riendo y felices, pues todos tenemos nuestros días mejores y peores. Tampoco quiero decir que sea gente a la que no veamos defectos, pues todos los tenemos.
Por gente positiva, entiendo que es aquella gente que te respeta, te quiere como eres, te comprende, te ayuda en los momentos malos, no te busca solo por interés sino que te tiene siempre presente, se acuerda de ti en muchos momentos. Son personas que inciden en tu bienestar general, a la vez que tú también te conviertes en una influencia positiva en sus vidas, personas que creen en ti y te apoyan.
Esas personas merecen más de ti que aquéllas que no lo valoran. Piénsalo, quizá es el momento de actuar.